El fondo de su armario se oculta con las capas invernales lo mismo que su figura: dos camisetas y un jersey, una falda corta sobre un pantalón pitillo y vestidos sin talle.
Pero qué triste se me aparece el invierno en esta ciudad, la gente deforma sus curvas bajo el gris plomizo de la niebla perdiendo la color y el calor de la carne.
Sibila
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