8 dic 2011

Presente

Esta mañana me quedé observándola abrir la cama y aparecer desnuda debajo del plumas. Se oía el agua corriendo en el plato de ducha después de acariciar su piel clara de aloe vera, simple y suave. El espejo empañado desdibujaba su silueta brillante, lindo culo, su torso arqueado hacia delante y la luz de la ventana dando tridimensionalidad a sus piernas. Ella continuó su ritual de leche corporal.


- Como un pastel, a dentelladas.
- Quédate ahí, no tengo tiempo ahora.  Llego tarde.
Sibila

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